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Los bonos de carbono son una oportunidad para la adaptación

Por noviembre 16, 2021febrero 8th, 2022Sostenibilidad

A TRAVÉS DE ESTE INSTRUMENTO DE COMPENSACIÓN POR LAS EMISIONES DE CARBONO PODEMOS INCENTIVAR PROYECTOS DE SOSTENIBILIDAD EN GUATEMALA

La sostenibilidad y el cambio climático de nuevo han estado en el centro de la conversación mundial a propósito de la conferencia COP 26 de las Naciones Unidas en la que se buscan concretar acciones para que el mundo continúe reduciendo sus emisiones de carbono y evite seguir contribuyendo al calentamiento del planeta. Todo esto, a través de acciones que permitan reducir la huella de carbono e impulsar la resiliencia de las sociedades y países en mayor riesgo. Nuestro país, es por supuesto, altamente vulnerable ante los efectos del cambio climático, y aunque representan menos del 0.10% de las emisiones a nivel mundial, hemos venido realizando diversos esfuerzos para fomentar la adaptación de nuestras comunidades. 

Evidentemente, las estrategias de reducción de consumo y reutilización de residuos son fundamentales para hacer frente a los efectos del cambio climático. Sin embargo, es importante no perder de vista que en la actualidad existen otros instrumentos que son compatibles con el desarrollo que necesita nuestro país para garantizar un mejor futuro para cada guatemalteco. Particularmente, me refiero a instrumentos que nos permiten compensar nuestra huella de carbono a través del financiamiento de proyectos encaminados a reducir de forma general las emisiones contaminantes mientras se generan impactos positivos en lo social. Los bonos de carbono son un instrumento con el que nuestro país puede fomentar proyectos encaminados a proteger, conservar y mejorar los entornos naturales para garantizar la sostenibilidad de los servicios ecosistémicos.

Puntualmente, estos bonos representan ingresos para la financiación de las actividades y proyectos REDD+ de las Naciones Unidas. Iniciativa que tiene como objetivo el reducir la deforestación a través de proyectos de impacto comunitario que mantienen las reservas de carbono mundiales representadas en nuestros bosques. Nuestro país, desde el pasado 13 de octubre, ha firmado el Acuerdo de Pago de Reducción de Emisiones con el Banco Mundial, un hecho histórico que permitirá la compra-venta de hasta 10.5 millones de toneladas de dióxido de carbono en un periodo de cinco años. En este increíble entorno de oportunidad, considero imperativo que el sector empresarial reafirme su compromiso con la sostenibilidad desde una administración responsable de su huella ambiental, haciendo uso de estos y todos los demás mecanismos a su alcance para preservar nuestros ecosistemas.

En Progreso, por ejemplo, trabajamos de la mano de Econova para implementar la norma ISO 50001 en nuestra planta San Miguel. Este estándar internacional nos ayuda a mantener y mejorar los sistemas de gestión de energía en nuestra operación, aportando mayor eficiencia y seguridad desde un enfoque sistémico en el uso de energía. A lo que contribuye no solo a que conozcamos los costos y las oportunidades de mejora en nuestro consumo, si no que también, promueve el consumo responsable de energía para proteger el medio ambiente y disminuir nuestra huella de carbono. Proyectos similares, que generan un impacto positivo en la sostenibilidad, podrían ser implementados en otras empresas que hoy no tienen el músculo financiero para hacerlo, precisamente con la ayuda de la financiación que se puede obtener del mecanismo de los bonos de carbono. 

En definitiva, desde mi propósito de construir juntos el país en el queremos vivir, invito a todos los ciudadanos a considerar introspectivamente que tiempo de acciones podemos implementar para garantizar la sostenibilidad y asumir nuestra responsabilidad ambiental. Al mismo tiempo, en el que seguimos sumando esfuerzos para que a través del desarrollo y crecimiento económico creemos mejores condiciones de vida para todos en Guatemala.