Skip to main content

La sensibilización ambiental que “abraza” y cuida nuestro planeta

Por febrero 13, 2023julio 11th, 2024Sostenibilidad, Sostenibilidad

¿Desde cuándo comenzamos a preocuparnos por el medio ambiente?

Hace unas semanas atrás, se celebró el Día Mundial de la Educación Ambiental; una jornada para concienciar sobre conceptos que nos rodean a diario, pero que aún nos cuesta aplicar en nuestras vidas, como es la sostenibilidad, la economía circular, el reciclaje, la reutilización… todo ello, imprescindible para el desarrollo humano y la conservación del planeta frente a los problemas medioambientales que sufrimos. Pero ¿desde cuándo lo sabemos? 

Hace ya más de 50 años que comenzaron las alertas sobre el cambio climático, y fue desde entonces que los políticos, economistas y científicos conocieron las consecuencias que iban afectando a nuestro clima. Sin embargo, hasta ahora no habíamos sido conscientes del tiempo que hemos perdido todos estos años. ¡No perdamos más!

La buena noticia es que las graves advertencias sobre el impacto de la variabilidad climática y las décadas de esfuerzos fallidos para frenar el calentamiento global han despertado por fin a los jóvenes del mundo. Las encuestas revelan que el cambio climático es una de las principales preocupaciones para la mayoría  de ellos, y que los miembros de la Generación Z (los nacidos después de 1996) -en particular- quieren políticas firmes para hacerle frente. Esto incluye una mejor educación sobre estos temas. 

Si bien la educación ambiental nos conecta con el mundo que nos rodea, también nos enseña tanto el entorno natural como el construido; a la vez que nos sensibiliza sobre los problemas que afectan al medio ambiente del que todos dependemos, así como sobre las medidas que podemos tomar para mejorarlo y mantenerlo. Tanto si llevamos la naturaleza a las aulas, como si llevamos  los alumnos al exterior para que aprendan de ella. Pero, también, si encontramos momentos que pueden funcionar perfectamente como una ventana de enseñanza improvisada durante un paseo por la naturaleza con nuestras familias. Todo ello es parte de la educación ambiental pues tiene muchos beneficios para los jóvenes, los educadores, las escuelas y las comunidades.

En el marco de esta fecha tan representativa, debemos tomar conciencia que, para “Construir el país donde todos queremos vivir”, es importante abordar la variabilidad climática desde cada una de las aristas y con el compromiso de todos los que podemos hacer esto posible. Ante esta situación, en Progreso hemos querido aportar nuestro granito de arena aprovechando la tecnología mediante la plataforma de Spotify -que los invito a revisar en el siguiente link- para conversar sobre nuestro proyecto Aguatemala, donde se  explica cómo esta iniciativa contribuye al tratamiento de aguas residuales ordinarias, mediante una combinación de tecnología verde-gris. 

Hace varios años que iniciamos el proceso de sensibilizar la importancia y necesidad por preservar nuestro medio ambiente y nos sentimos orgullosos que estamos avanzando por el camino correcto. Como empresa cementera desarrollamos el proyecto «Revalorización de residuos recuperados del río Motagua a través del co-procesamiento en los hornos de Cementos Progreso» el cual contempla el diseño de infraestructura para recolectar los residuos sólidos del río Motagua, uno de los más importantes de Guatemala, y que fue reconocida por la Cámara de la Industria de Guatemala (CIG) que nos honró con el premio “Ambiental 2022”.

En Progreso, somos conscientes de que el tiempo se nos va de las manos y si no actuamos ahora, será demasiado tarde. Por ende, hago hincapié en la correlación existente entre los altos niveles de conocimiento medioambiental con un mayor grado de comportamiento a favor del planeta y su conservación.  Cuanto más sepan las personas, más probable será que reciclen, ahorren energía y conserven el agua.