¿Por qué las empresas del futuro ya no tienen la opción de escoger entre crecimiento o desarrollo sostenible?
La sostenibilidad ya no es opcional y la filosofía “business as usual” tampoco es negociable en el mundo actual. El crecimiento de las organizaciones, del Gobierno y de la sociedad en general debe ir de la mano con la sostenibilidad, de lo contrario, estamos encaminados a quedarnos sin recursos naturales. La sostenibilidad llama a todos y debemos acudir a ella con un claro compromiso por la salud de nuestro planeta.
Cuando se contamina un río, se malgasta la energía, se arrojan residuos al mar; cuando se depreda de nuestra flora y fauna… estamos perjudicando no sólo al medio ambiente, sino a nuestra propia salud y la calidad de vida. Muchos argumentan que cuando la pandemia global de COVID-19 nos tomó por sorpresa y obligó al mundo entero a parar y reflexionar, no fue una casualidad; fue una llamada de auxilio a cada uno de nosotros, mostrándonos que esta pandemia era tan sólo una simple muestra de lo que puede pasar si no reaccionamos ante esta degradación medioambiental, que sólo empeorará por consecuencia de nuestras acciones de hoy.
Hablar de Economía Circular no debería ser el término de moda; debería ser un llamado de atención para todos, pero sobre todo, un compromiso a responder con acciones concretas, ya sea desde el hogar, trabajo, comunidad… pero acciones verdaderamente trascendentales.
Sin ir muy lejos, en regiones como Centroamérica, aún no hemos llegado a este punto de impulsar las 3Rs: Reducir, Reciclar y Reutilizar, como es debido. Y, aunque todavía nos queda mucho camino por recorrer, cabe destacar que la rueda de lo que se conoce como Economía Circular ya ha empezado a rodar. Esta economía trata de hacer ver la necesidad de dejar atrás el modelo de “usar y tirar”, para pasar a imitar el ciclo de vida de la naturaleza, donde todo se aprovecha y donde se reducen los desechos.
La contaminación y el almacenamiento de los desechos es un problema grave que países como Guatemala sufren actualmente y es alarmante. Según las autoridades de medioambiente, sólo en la ciudad de Guatemala se producen mil 300 toneladas de basura cada día, correspondientes al 54.38% de los desechos del departamento. A su vez, la contaminación por el plástico está empujando a Centroamérica hacia el llamado río de basura. Cada año, en países como Guatemala y Honduras, unas 20.000 toneladas de residuos plásticos pasan del río de Las Vacas al río Motagua, que desemboca en las playas del mar Caribe de estas regiones; material que después tarda 1,000 años en descomponerse.
Como empresario guatemalteco, ¿cómo podemos desde el sector privado colaborar a reducir estos desechos y producir de una manera más sostenible? Sumándonos a la tendencia de exprimir la vida de los objetos para extraer su mayor provecho y agregar valor, otorgando así una segunda vida a nuestros recursos y rompiendo con el sistema tradicional de consumo.
En Progreso llevamos años implementando modelos alternativos que nos permiten seguir creciendo de manera sostenible. Mediante el proceso de coprocesamiento en la fabricación de cemento, reemplazamos los combustibles de fuentes no renovables, al igual que contribuimos a generar una Economía Circular al proporcionar un servicio de gestión apropiado de desechos que sirve para comunidades, municipalidades, empresas y otros sectores.
Esto se evidencia en nuestro Reporte de Sostenibilidad 2021, donde se muestran resultados favorables como un gran descenso en la cantidad de toneladas consumidas de insumos derivados de residuos de otras industrias, siendo 227.2 en comparación con las 622 toneladas del año 2020. También aumentó casi 5%, logrando 15.4%, el reemplazo de materias primas por alternativas en cemento. Otro indicador importante es el aumento del uso de agregados reciclados en el concreto alcanzando un 3.1%. Estos son algunos de los resultados que demuestran nuestro compromiso perpetuo por construir el país donde todos queremos vivir.
A su vez, Proverde, empresa de Cementos Progreso, también está comprometida con la sostenibilidad de Guatemala, brindando el servicio de gestión de residuos mediante el co-procesamiento. Para ello, cuentan con personal capacitado, laboratorio especializado y equipos con lo último en tecnología, logrando co-procesar más de 120,000 toneladas de residuos sólidos desde el 2001 al 2021.
De esta forma, y para poder salvar nuestro planeta, es imprescindible seguir reforzando estas técnicas alternativas a través de las 3Rs y continuar inculcando las prácticas sostenibles al resto de la sociedad. Al final del día, toda transformación nos lleva por un camino circular y es uno de los mayores retos del mundo actual. Cualquiera puede sumarse a esta forma alternativa de hacer las cosas…