COMPLEMENTAR LOS ESFUERZOS DE NUESTROS VECINOS PUEDE PRODUCIR DESARROLLO LOCAL Y SOSTENIBLE
Imaginen por un momento que son agricultores y que tienen una finca que cultiva flores en algún lugar de Guatemala. ¿Se pueden ver a ustedes mismos trabajando todos los días en el invernadero para cultivar las flores más hermosas del país? ¿Qué sentirían si los ramos que salen de su cultivo son utilizados en una propuesta romántica al otro lado del mundo? Se siente bien, ¿no?. Ese orgullo y esa satisfacción de saber que el fruto de su trabajo está siendo admirado por personas a las que no se conoce, sin duda, se convierte en una poderosa motivación para seguir trabajando todos los días con tenacidad, esfuerzo y sacrificio.
Aunque a veces no nos demos cuenta, todos tenemos la capacidad de poner nuestras habilidades y aptitudes al servicio de los sueños e ideas de otra persona. Y la mayor parte del tiempo, es sirviendo a otros que nosotros mismos alcanzamos nuestras metas y propósitos. Desde nuestra fundación hace más de 120 años, en Cementos Progreso hemos creído que nuestro éxito debe ser el resultado de nuestras acciones y no solamente el fin de las mismas Por ello, siempre hemos asumido el reto de liderar y construir juntos el país desde nuestra operación.
En el desarrollo de ese propósito, el progreso y crecimiento de las comunidades que conviven con nuestras plantas de procesamiento han estado siempre en el centro de nuestras acciones. Como empresa, procuramos una forma de relacionamiento basada en la confianza y el respeto para contribuir al desarrollo de los territorios. Esto lo hacemos a través del reconocimiento de sus propias capacidades y asumiendo el papel de socios estratégicos más que de benefactores.
Creemos en el valor de complementar los esfuerzos de nuestros vecinos a través de capacitaciones y programas de acompañamiento que produzcan desarrollo sostenible y empoderen a las comunidades locales. Un gran ejemplo de este proceso es el caso de éxito de la Familia Subuyuj en San Juan Sacatepéquez, quienes lograron este año exportar el primer cargamento de rosas de su producción para ser distribuidos en una cadena de autoservicio en Estados Unidos.
Don Gregorio y su familia, hacen parte de un programa que ha beneficiado a más de 500 familias en la zona de influencia de nuestra planta San Gabriel. Esta iniciativa busca contribuir a que se consolide la floricultura como fuente sostenible de ingresos para los pobladores de la zona. Dentro de lo que hicimos para lograr esta primera exportación se encuentra brindarles una capacitación que les permitió mejorar el proceso de producción de las rosas, aumentando el volumen de sus cultivos, evitando las plagas y mejorando la calidad del producto.
Además, también nos encargamos de ser sus aliados en la búsqueda de nuevos espacios para la venta de sus productos, a mejores precios y enfocándonos en mercados en donde puedan crecer a futuro. Al trabajar de la mano con Prima Rossa, la empresa que realizó la exportación de estas rosas, logramos crear la oportunidad para que los pequeños productores puedan llegar a los lugares a los que siempre habían querido llegar. Demostrando que si se trabaja en equipo, el esfuerzo y motivación de las comunidades puede rendir frutos.
Si todos los empresarios dedicamos parte de nuestros esfuerzos para acompañar a las comunidades locales y empoderarlas hacía la construcción de desarrollo sostenible, estaremos contribuyendo a tener el país en el que todos queremos vivir.