En el mundo globalizado en el que vivimos, el principio fundamental que impulsa el comercio internacional se basa en la competencia que puede tener una región con el fin de seguir manteniendo su ventaja diferencial respecto al exterior. En este sentido, algunos países han sido bendecidos con recursos naturales únicos que los posicionan en una ventaja superlativa frente a otros países.
Este es el caso de Guatemala, y podemos observar cómo mediante las exportaciones se genera mayor rentabilidad en los negocios y se impulsa la diversificación de nuestros mercados en varios países. A pesar de que la pandemia afectó las exportaciones a nivel mundial y frenó el crecimiento de la economía de los países, el país ha mostrado una capacidad de recuperación importante, donde el ingreso de divisas de Guatemala por exportaciones al exterior creció un 24,2% en los primeros siete meses de 2022, con relación al mismo período del año anterior, según el Banco de Guatemala. Asimismo, en este mismo periodo, la economía guatemalteca recibió 9.632 millones de dólares por las exportaciones de nuestros productos.
Dado el increíble potencial que nuestro país posee para la producción y exportación, el café se encuentra entre los productos agroindustriales más importantes en las exportaciones de Guatemala; exportaciones que han tenido lugar desde 1853 en el país, siendo el mayor productor de café de Centroamérica. Cultivado a más de 1.500 metros de altura, este producto destaca por su sabor robusto y característico, donde la combinación entre un clima subtropical suave y un suelo volcánico rico en nutrientes, permite crear un entorno ideal para el cultivo de algunos de los granos de café más deliciosos del mercado, característicos por su fragancia, aroma, acidez y sabor. Por este motivo, debido a su calidad, promoción y posicionamiento de los cafés guatemaltecos en el mercado internacional, Guatemala es considerada la meca de los caficultores por diversas razones.
Como resultado, durante la cosecha de octubre de 2021 a julio de 2022, se exportaron 3.68 millones de quintales de café oro, equivalente a un ingreso de divisas de 959 millones 225 mil 362 dólares, según la Asociación Nacional del Café (Anacafé), contribuyendo exponencialmente al crecimiento de la economía.
En este país se cultiva básicamente café arábica, donde cerca del 90% se vende al exterior como café de calidad. El principal destino es el mercado norteamericano, ocupando más del 50%, y alcanzando también el mercado canadiense, asiático y países europeos, como Bélgica, Italia y Alemania. Datos que visibilizan a nuestro país como un gran productor y a su vez, demuestran que el café de Guatemala es reconocido mundialmente por su calidad y excepcional proceso de producción.
Además, presente prácticamente en todas regiones del país, como Antigua, Acatenango o Atitlán, la industria cafetera en Guatemala no sólo supone un importante aporte para la economía mediante las exportaciones, sino también destaca por generar cerca de medio millón de puestos de trabajo, especialmente en medianas y grandes unidades productivas (Anacafé).
El café guatemalteco tiene potencial de seguir creciendo y, en línea con el compromiso de Progreso, seguimos aportando para colaborar en el desarrollo de otras industrias y sectores económicos a través de CIACAFE, la primera cooperativa de caficultores que facilitamos en San Juan Sacatepéquez, proporcionando asistencia técnica en su lengua natal, además de capacitación y apoyo mediante infraestructura productiva.
Sin duda, el 2022 ha estado repleto de grandes avances para la industria cafetera y ahora debemos preguntarnos ¿cuál es el pronóstico para este año entrante? Las previsiones apuntan a un escenario positivo para el café guatemalteco a través de la implementación de nuevas estrategias innovadoras. En esta nueva etapa de cosecha, debemos apostar por los retos, como una oportunidad para que el sector encare la huella sostenible, logre un mejor valor agregado, alcance nuevos mercados y siga posicionando al café guatemalteco entre los mejores del mundo.