Es momento de exaltar el importante papel que juegan las guatemaltecas en la construcción del país donde queremos vivir
Si la Guatemala que queremos depende del trabajo y bienestar de todos, es inaceptable que más de la mitad de las mujeres guatemaltecas vivan con menores oportunidades y posibilidades de acceso a recursos.
En Progreso, hemos creado el programa Inspira en marzo de ese año. La iniciativa, situada en el interior de la organización, ofrece la oportunidad a mujeres de formarse en autoconocimiento, manejo de emociones, cuidado personal (nutrición, salud femenina), balance vida–trabajo, manejo de situaciones familiares, combinando con todo ello con procesos de formación que incluyen mentorías, coaching, formación en liderazgo, webinars, foros, y networking.
Hemos comprendido que el desarrollo tiene que ser colectivo y depende de una serie de factores, que van desde el cuidado hasta la educación y la capacitación profesional.
«Cuando una mujer tiene acceso a más y mejores oportunidades, tiene la capacidad de poner la mejor versión de sí misma al desarrollo de ideas que hacen más competitivo nuestro tejido empresarial»
Para el año 2020, la brecha de género, que se refiere a la comparación de la división de los recursos y las oportunidades entre mujeres y hombres, se ubicó en el 66,6% en Guatemala. Esta situación se vuelve más preocupante si se tiene en cuenta que ellas representan el 50,79% de la población de nuestro país, según los datos publicados por el INE en marzo de este año.
Para llegar al país en el que queremos vivir, todos debemos asumir el compromiso de convertir a todas las guatemaltecas en un actor relevante para el desarrollo y crecimiento económico. Promoviendo espacios que las empoderen y creen el entorno para que pongan sus ideas y sueños al servicio de nuestra nación. Cuando una mujer tiene acceso a más y mejores oportunidades, tiene la capacidad de poner la mejor versión de sí misma al desarrollo de ideas que hacen más competitivo nuestro tejido empresarial, que ayudan a combatir la desnutrición infantil y fortalecen nuestra economía de mercado como instrumento para la superación de la pobreza y la inclusión.
Como empresario, creo que es fundamental que desde el sector privado lideremos estos proyectos de inclusión y reconocimiento a las mujeres. Es por esto que desde Progreso hemos estado trabajando en el programa Inspira, para no solo hacer inclusión y promover el desarrollo, sino también para contar con empresas y una sociedad mejor y más plural.
Este es solo uno de lo que podemos hacer como empresarios para comprometernos con el crecimiento de las guatemaltecas y de nuestro país. Si todos asumimos el compromiso con el empoderamiento femenino y contribuimos a crear una nueva conciencia sobre el estatus de la mujer en nuestra sociedad, estaremos dando los primeros pasos para apalancar el desarrollo y construcción del país que queremos para nuestros hijos.