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IDEAS

Más allá del promedio: cómo los municipios pueden romper la inercia

Por IDEAS, Inversión e Infraestructura

Más del 80% de los municipios en Guatemala tienen potencial para mejorar su competitividad si se impulsa su capacidad institucional, digital y de infraestructura*.

Hace unos días me volví a encontrar con un dato de nuestro Índice de Competitividad Local 2024 que no ha dejado de rondar en mi mente: 278 de los 340 municipios de nuestro país se encuentran en la categoría intermedia de competitividad, con puntajes que oscilan entre los 40 y 60 puntos.

Aunque podría interpretarse como una señal de estancamiento, este también implica una oportunidad fundamental: más del 80% de Guatemala está en una etapa clave donde un pequeño impulso podría marcar una gran diferencia. Es decir, este amplio segmento de municipios constituye un terreno fértil para un rápido desarrollo si implementamos las políticas adecuadas.

Consideremos el caso de Estanzuela, en Zacapa, que ha logrado una puntuación sobresaliente de 90.99 en el pilar Instituciones. Este resultado refleja su compromiso con la gobernanza transparente, evidenciado, por ejemplo, por su reciente integración al proyecto Municipio Fiscalizado, la cual es una iniciativa impulsada por la Contraloría General de Cuentas que fomenta la rendición de cuentas y la participación ciudadana en la fiscalización de recursos públicos. 

Un entorno institucional sólido actúa como la base sobre la cual pueden prosperar otros pilares de la competitividad, como la infraestructura, la innovación y el capital humano. Al mejorar la gestión pública, fomentar la transparencia y prevenir la corrupción, los recursos se utilizan de manera más efectiva y se generan condiciones favorables para el crecimiento empresarial a nivel local. Ya que al fortalecer nuestras instituciones ofrecemos garantías a los inversores.

A su vez, pensando en casos en donde la mejora de la infraestructura han resultado en inversiones exitosas, tenemos a San Bartolomé Milpas Altas en el departamento de Sacatepéquez, municipalidad que resaltó en el pilar Infraestructura con 84.27 puntos. Para este ejemplo retrocedamos a 2021, cuando la municipalidad inició la construcción paso a desnivel de la ruta CA-01 Occidente, un proyecto de más de 6 millones de quetzales, y, para 2023, ya había beneficiado a más de 8 mil 400 guatemaltecos.

Esto refleja la razón por nuestra apuesta inquebrantable por la inversión en infraestructura, en este caso vial: una sola decisión implica la mejora de la calidad de vida de una gran parte de guatemaltecos a la vez

Otro ejemplo notable es San Miguel Petapa del Departamento de Guatemala, que alcanzó la calificación máxima de 100 en el pilar Adopción de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs). En diciembre reconocimos a la municipalidad por su gran evolución en este pilar, como en el de sistema financiero. ¿Por qué debería importarnos? Desde una perspectiva económica, un alto índice de adopción tecnológica abre puertas a nuevas inversiones y, por tanto, al desarrollo del capital humano. Las empresas buscan ubicarse en localidades donde la conectividad y los servicios digitales sean robustos ya que promueven la implementación de modelos de negocio innovadores y una expansión hacia mercados internacionales.

En este sentido, San Miguel Petapa, al fortalecer su infraestructura digital y fomentar la adopción tecnológica, no solo optimiza su gestión local, sino que también se posiciona como un destino atractivo para el desarrollo empresarial y la innovación.

Estos ejemplos nos permiten comprender que el desarrollo local no depende exclusivamente de factores exógenos, sino fundamentalmente de la capacidad endógena de cada municipio para generar condiciones propicias para su crecimiento sostenible. Es decir, el apostar en la infraestructura y modernización de servicios públicos para potenciar la efectividad de la gestión municipal de los casos presentados, ha significado superar obstáculos y avanzar hacia mayores niveles de competitividad.

Entonces, la clave para transformar la realidad de los municipios guatemaltecos radica en identificar y potenciar aquellas capacidades internas que pueden desencadenar un desarrollo sostenido. Aprovechar estas ventanas de oportunidad requiere compromiso, visión y políticas públicas que impulsen el crecimiento desde adentro, para demostrar que un pequeño impulso puede desencadenar una mayor competitividad.

*Índice de Competitividad Local (ICL) 2024. Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa). Disponible en: https://www.fundesa.org.gt/indices-y-evaluaciones-de-pais/indice-de-competitividad-local 

De los éxitos a las metas: La ruta del 2025

Por Inversión e Infraestructura

Sin duda, el 2024 nos dejó grandes logros y avances, pero también un camino desafiante e ilusionante para este 2025. 

Nuestro país tiene una enorme capacidad de resiliencia y gente con un talento excepcional. Es una alegría decir que hoy ya somos muchos los agentes que trabajamos unidos para garantizar que este potencial que nos caracteriza, se traduzca en un futuro próspero: empresas, instituciones, comunidades, líderes, expertos internacionales, Gobierno, etc. El camino es largo, pero cada paso dado con visión, esfuerzo y colaboración nos acerca a una sociedad más próspera. ¿Por dónde empezar en este 2025?

Son tres los temas que me gustaría destacar como resumen del año. En primer lugar, tenemos que seguir trabajando sobre la modernización de la infraestructura del país. Este es un asunto que debe ser atendido como prioridad; así lo hemos hecho en el 2024, y así debe seguir siendo en este nuevo periodo. La infraestructura es uno de los pilares fundamentales del progreso de una nación: atrae inversión extranjera directa, genera empleo, nos hace más competitivos y mejora la calidad de vida de todos los guatemaltecos.

Actualmente, contamos con un bajo promedio de eficiencia en inversión de infraestructura, lo que ha ralentizado nuestro crecimiento y desarrollo como país. Sin embargo, este panorama comienza a cambiar gracias a dos importantes logros alcanzados el año pasado. Uno de ellos es el Fondo Revolvente para la Preinversión en Infraestructura, una iniciativa que promete generar inversión en el sector de infraestructura, impulsando así mayores oportunidades de desarrollo. Este Fondo, lanzado en septiembre dentro del Plan Guatemala No Se Detiene, es el resultado de los esfuerzos del Gobierno junto con el apoyo de Fundesa y USAID. Con un capital inicial de siete millones de dólares, financiará estudios de preinversión en proyectos críticos de infraestructura, facilitando su ejecución y beneficiando a miles de guatemaltecos.

Continuando con este tema, saludamos el logro de la tan esperada Ley de Infraestructura Vial Prioritaria. Sin duda, este ha sido el gran hito del 2024 pues es una Ley que promete traer beneficios como la atracción de inversión y crecimiento económico; un nuevo modelo de gestión de la red vial que, por primera vez, responsabiliza a los operadores por su mantenimiento; y la modernización del derecho de vía. ¿El desafío que se aproxima? Dar los siguientes pasos para que se reglamente y entre en funcionamiento debidamente. 

Por otro lado, un tercer tema al que debemos tratar con atención es la eficiencia en nuestras instituciones del Estado, asunto sobre el que hemos venido reflexionando mucho en el 2024 y que es claro que  ayuda a potenciar la confianza por parte de los inversionistas extranjeros en nuestras tierras. Las empresas buscan establecerse en países de forma rápida y Guatemala presentaba desventaja en este aspecto, ya que se necesitaba un tiempo aproximado entre 8 meses a 2 años para que una empresa inicie operaciones, mientras que en otros países, como México, el proceso culmina en 2 a 3 meses. 

En octubre pasado, desarrollamos la décimo octava edición de ENADE 2024: “Cambiemos el Chip, Certeza Jurídica y Confianza en las Instituciones», la cual nos permitió conocer los pasos firmes que estamos dando en digitalización, gracias a la Ley Antitrámites. De esta forma, hemos logrado que el 83.2% del total de nuestros trámites ya se realicen en línea, reduciendo los procesos burocráticos para que se tornen más sencillos y transparentes y con ello, seguir avanzando en generar una mayor seguridad jurídica para los inversionistas.

El camino a seguir para el 2025 

Estos tres grandes logros del 2024 son ejemplos del compromiso de todo el tejido social, empresarial e institucional por transformar Guatemala. Este esfuerzo conjunto marca un frente claro de trabajo para este nuevo año: seguir impulsando nuestra infraestructura. Guatemala ya dio un avance importante en este aspecto con la aprobación de la Ley de Infraestructura Vial, nuestro objetivo más importante ahora es asegurar su correcto funcionamiento para poder ver los tan anhelados cambios que necesitamos en nuestra infraestructura para crecer como nación. Cumpliendo esta meta aseguraremos un crecimiento sostenido de la inversión pública, y podremos alcanzar nuestro objetivo de superar el actual 1.7% y lograr un 6% en los próximos años.

Este ambicioso desafío requiere no sólo un enfoque estructurado y visionario, sino también la articulación efectiva entre el sector privado, el público y la sociedad civil. Solo a través de esta colaboración, que actúa como motor del cambio, podremos generar las transformaciones necesarias para construir una economía más dinámica y resiliente. Que este 2025 sea un nuevo año para redoblar esfuerzos, fortalecer alianzas y avanzar juntos hacia un futuro más próspero para todos.

Independencia de Centroamérica: 203 años de historia y de avance hacia el futuro

Por IDEAS, Patrimonio Cultural

Centroamérica es una región vibrante y diversa, reconocida por su riqueza natural, como los volcanes que esculpen su silueta, sus selvas habitadas por un sinfín de especies y la belleza de sus lagos y lagunas. Las circunstancias históricas, las ilimitadas oportunidades y características sobresalientes de nuestro territorio, fueron las motivaciones que empujaron a hombres y mujeres de otras latitudes a echar raíces aquí. Esto llevó a una fusión de culturas creando así una población diversa, resiliente, creativa, que busca siempre soluciones innovadoras para progresar y que el 15 de septiembre celebró más de dos siglos de independencia.

En esta fecha en que conmemoramos la independencia de esta gran región, me quedo con una reflexión sobre la riqueza que la constituye, las oportunidades que tenemos para progresar y los desafíos que aún tenemos por recorrer en el camino:

Nuestra ubicación geográfica estratégica y la abundancia de recursos naturales como nuestros minerales, bosques, arrecifes, convierten a la región en un destino atractivo para la inversión extranjera. Guatemala, tierra donde la flora se mezcla con antiguos tesoros mayas, es uno de los principales exportadores de café, azúcar, frutas y flores en la región. Dentro del rubro de las flores generamos alrededor de 100 millones de dólares anuales. Por otro lado, Costa Rica concentra el 6% de la biodiversidad del planeta y Belice posee arrecifes de coral de 300 km, convirtiéndose en el destino turístico más importante del país y fuente vital para su industria pesquera. Por lo tanto, somos una región con un inmenso potencial para convertirse en un motor económico clave en el escenario global.

Según estudios del FMI, la economía de Centroamérica tendría un crecimiento económico promedio de 3,9 % para el 2024, superando al 2% de América Latina proyectado para este año. Si bien esto puede sonar alentador, nuestro crecimiento no se compara con el 4,2% que tuvimos el año pasado. Esta disminución en nuestro crecimiento nos demuestra que necesitamos ser más que una fuente rica en materia prima para progresar. Debemos apostar por políticas públicas robustas y proyectos sólidos que permitan mejorar nuestras ciudades para que así la región sea aún más atractiva para los inversionistas extranjeros.

Para poder lograr nuestros objetivos, una de las primeras acciones a implementar es la mejora de nuestra infraestructura, la cual es fundamental para la atracción de inversiones y cualquier meta de desarrollo. Sin una red sólida de carreteras, puertos eficientes, sistemas digitalizados y servicios básicos confiables, la región enfrenta dificultades fuertes para integrarse plenamente en la economía global y aprovechar al máximo su potencial productivo.

Lo bueno es que vamos progresando, ya que según estudios de SIECA, Centroamérica muestra un aumento en inversión para fortalecer su infraestructura desde el 2010 al 2019, destinando en este último año unos 3,499 millones de dólares. Siguiendo a este buen ritmo, estamos más cerca de poder aumentar nuestros flujos de Inversión Extranjera Directa (IED). Según el Economist Intelligence Unit, para el 2025 se estiman unos 16,414 millones de dólares como resultado en IED para Centroamérica, lo cual equivaldría a un aumento de 7.1% respecto a lo proyectado para el 2024. Estos resultados nos muestran que las acciones que estamos tomando nos están llevando por buen camino. Por lo tanto, nuestro gran reto como región a futuro, es alcanzar estas cifras y seguir aumentando las IED. De esta forma podremos generar más puestos de trabajo y mejoraremos la calidad de vida de millones de personas.

Nuestra misión es seguir creciendo. Si bien aún tenemos una larga lista de desafíos por superar, con cada pequeño paso que damos, con cada proyecto que emprendemos, estamos más cerca de la meta. Centroamérica tiene todas las herramientas necesarias para salir adelante y trabajando juntos, podremos crear un futuro mejor para todos.

Transformando desafíos en oportunidades: El futuro del talento en Guatemala

Por Educación/Juventud, IDEAS, Reflexiones

Al estar pasando por los seis primeros meses de este gran año, es primordial revisar cómo está el panorama laboral en nuestro país. Los recientes hallazgos del Estudio Brechas de Talento presentado por la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA), son un buen punto de partida. 

Identificar las brechas en el mercado laboral es también medir las expectativas de las empresas: el 66.18% de las empresas indica que la dificultad principal es atracción de candidatos con habilidades técnicas específicas adecuadas, 50.00% indican que es altas expectativas salariales y 45.59% indica que es falta de experiencia relevante en los candidatos. Nos enfrentamos al desafío de encontrar personas con las habilidades generales y específicas que buscamos, a menudo exacerbado por las altas expectativas salariales de los candidatos y la falta de experiencia relevante. En este sentido, es crucial explorar cómo podemos mejorar nuestros programas de formación para cerrar la brecha entre las habilidades que buscamos y las que los candidatos ofrecen. 

Las 149 empresas encuestadas esperan crear más de 10 mil vacantes para este año, lo que implica un crecimiento esperado del 26.8% en la fuerza laboral encuestada, pasando de 39 mil a 50 mil trabajadores aproximadamente durante el 2024.

Ahora, ¿cómo reducir estas brechas?

En este compromiso, destacamos la labor crucial de la Fundación Kinal, con 62 años de historia en Guatemala, Kinal es un centro educativo privado y sin ánimo de lucro dedicado a formar integralmente a jóvenes y adultos en áreas técnicas y tecnológicas. Respaldada por Progreso con el apoyo equivalente a cinco becas completas para estudiantes cada año, Kinal se destaca por ofrecer una educación integral desde los 12 años hasta el Técnico Superior Universitario, estructurada en cuatro Programas o Escuelas adaptados según la edad y el nivel académico de los alumnos. Su misión es influir positivamente en el trabajo, la familia y la sociedad de sus estudiantes, promoviendo valores como el respeto, el espíritu de servicio, el trabajo bien hecho y la libertad personal responsable. Aplaudimos su labor al capacitar a muchos guatemaltecos y contribuir a la disminución de la brecha de talento en el país.

El estudio también destaca las competencias más buscadas por las empresas, tanto generales como específicas. Respecto a las competencias generales, habilidades como Orientación al Servicio, Gestión del Tiempo y Aprendizaje Activo son fundamentales, con una demanda del 67.35%, 63.27% y 59.18%, respectivamente. Además, se destacan competencias específicas como actividades de gestión administrativa (57.1%), atención al cliente (24.5%) y estimación de costos (16.3%). Es crucial colaborar estrechamente con la academia para alinear los programas de formación con estas demandas del mercado, preparando así a los jóvenes para enfrentar los desafíos laborales con confianza y competencia. Un ejemplo de ello es el Programa Valentina Entendido. Aquí tienes el párrafo adaptado con la inclusión del Programa Valentina, una plataforma de capacitación y colocación de talento que se enfoca específicamente en desarrollar habilidades blandas en los candidatos necesarias para el empleo. Dado el bajo nivel de capacitación en habilidades blandas, el Programa Valentina aporta un valor significativo en el cierre de estas brechas.

Además, el estudio arroja luz sobre la cuestión salarial, mostrando una amplia variabilidad según el sector y el nivel educativo. Si bien estos datos son reveladores, también plantean interrogantes importantes sobre la equidad y la calidad de vida de la población.

La urgencia por la capacitación y generación de competencias de la población no solo responde a las demandas empresariales, sino que también contribuye a mejorar la calidad de vida de los candidatos al proporcionar un mayor acceso a empleos dignos. Como líderes empresariales, es esencial que trabajemos en conjunto con las autoridades pertinentes para establecer políticas que promuevan la educación y formación laboral para lograr  la equidad salarial y el bienestar de todos los trabajadores.

Un aspecto especialmente alentador del estudio es el caso de las pasantías. Con un impresionante 79% de empresas que tienen programas de pasantías activos, y un 91% reportando experiencias positivas, queda claro que estas iniciativas son una herramienta poderosa para la formación y el desarrollo de talento. Debemos seguir fomentando y fortaleciendo estos programas, asegurando que sean accesibles y equitativos para todos los jóvenes que buscan ingresar al mundo laboral.

Sin duda, vivimos en un país con muchísimo potencial para explotar. El Estudio Brechas de Talento nos brinda una invaluable hoja de ruta para el futuro de nuestro mercado laboral, y es pertinente saber aprovecharlo. Si bien enfrentamos desafíos significativos, también tenemos ante nosotros una oportunidad sin precedentes para transformarlos en oportunidades de crecimiento y desarrollo.

Este estudio, resultado del trabajo conjunto de la iniciativa Guatemala No Se Detiene, marca un hito crucial en los esfuerzos por promover la colaboración entre el sector privado y la academia para impulsar el desarrollo integral de nuestra nación. Al adentrarnos en los detalles revelados por este estudio, nos encontramos con una abundancia de información que nos permite trazar un mapa claro de las necesidades y desafíos que enfrenta nuestro mercado laboral. Con la participación de casi 40,000 empleados en el país, hemos obtenido una perspectiva amplia y detallada de la situación actual. 

Trabajando juntos, como empresarios, académicos y líderes comunitarios, podemos construir un futuro más próspero y equitativo para todos los guatemaltecos.

Rumbo a 2030: Potenciando industrias y abordando desafíos de la región

Por Inversión e Infraestructura, Reflexiones

En el marco de la reciente conferencia de la Corporación Andina de Fomento (CAF) sobre América Latina y El Caribe, se han abordado temas cruciales que impactan directamente en el desarrollo sostenible de nuestra región. Como profesional y persona, me siento inspirado por el llamado a la acción que esta conferencia nos ha presentado, especialmente en áreas fundamentales como la variación del clima la energía sostenible, la seguridad alimentaria y la infraestructura resiliente.

Sergio Díaz Granados, presidente ejecutivo de CAF, ha destacado la urgencia de proyectar planes a corto y largo plazo hasta 2026 y 2030. A pesar de las diversas estrategias implementadas en la región, los resultados actuales no cumplen con los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. Este llamado a la reflexión nos impulsa a reevaluar y fortalecer nuestros compromisos para lograr un progreso real y sostenible en la región.

En nuestro compromiso con el medio ambiente, reconocemos la necesidad apremiante de reducir los efectos de la variabilidad climática. En este sentido, abogamos por la protección de nuestras grandes selvas y la preservación de la diversidad ecológica que nos caracteriza. En Progreso, nos comprometemos a implementar prácticas ecoamigables en nuestras operaciones, buscando constantemente reducir nuestra huella de carbono y contribuir al equilibrio ambiental que tanto necesitamos. Además, a través de AgroProgreso, desde hace dos décadas, se ha impulsado la reforestación de más de 26 mil 40 hectáreas a nivel nacional de bosques, principalmente en las cuencas de ríos, lagos y en las zonas donde se tiene presencia. La transición hacia la energía sostenible es otro pilar esencial en nuestro compromiso con el desarrollo. Reconocemos la importancia de aprovechar los recursos naturales de manera responsable y eficiente, y estamos encaminados a lograr una transición progresiva.

Asimismo, la seguridad alimentaria es un desafío que nos toca de cerca, ya que según la evaluación nacional de la seguridad alimentaria del 2023, 4.6 millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria. A partir de ello, Progreso toma participación en encontrar soluciones. Teniendo en cuenta el papel crucial que desempeña el consumo de maíz en Guatemala como un importante vínculo social, surge el programa Sistema Milpa. Este, tiene como objetivo mejorar las cosechas de maíz, proporcionando seguridad alimentaria y nutricional a las familias participantes. La iniciativa se enfoca en la relevancia cultural, utilizando semillas criollas cultivadas por generaciones. A través de capacitaciones y asesoría técnica, los pequeños agricultores en San Juan Sacatepéquez pueden aumentar su productividad para hacer frente a la inseguridad alimentaria.

En adición, a través de AgroProgreso, nuestra iniciativa de responsabilidad social, nos embarcamos en programas de reforestación de las cuencas de los ríos. La unidad proyecta producir 838 mil 880 árboles anualmente, de los cuales el 82% serán para donaciones y reforestación y el resto serán comercializados para proyectos agroforestales que generen ingresos a Agro Progreso y fortalezcan la capacidad de autosuficiencia financiera de sus viveros forestales.

Al cierre de esta reflexión, me gustaría invitar a todos los actores de la región a unirse a nosotros en este viaje hacia un futuro más sostenible. En Progreso, creemos que cada acción, por más pequeña que sea, contribuye al desarrollo general. Así como la construcción de un edificio implica colocar ladrillo a ladrillo, la construcción de un futuro sostenible implica esfuerzos continuos y colaborativos.

Recordemos siempre nuestro compromiso con el progreso en todo lo que hacemos. En cada paso que damos hacia adelante, en cada proyecto que emprendemos, estamos construyendo un futuro mejor para las generaciones venideras. La analogía de la construcción nos recuerda que, al igual que un edificio sólido se levanta con cimientos fuertes, nuestro progreso se construye sobre la base de decisiones sostenibles y acciones responsables. ¡Avancemos juntos hacia un futuro más sostenible y próspero para Centroamérica y El Caribe!

Explorando las oportunidades para Guatemala en 2024

Por Inversión e Infraestructura, Reflexiones

Con el corazón lleno de optimismo y la decidida voluntad de aprovechar al máximo las oportunidades que se despliegan ante Guatemala, arranco con alegría este nuevo año. La perspectiva de un ciclo que promete crecimiento y transformación me llena de entusiasmo. Este 2024 no es simplemente un cambio de cifras en el calendario; es el inicio de un lienzo en blanco, de la mano de una invitación a plasmar las pinceladas de un futuro lleno de posibilidades.

Como Presidente de Progreso, mis reflexiones se centran en el panorama inicial del nuevo año, especialmente en relación con el presupuesto asignado a áreas cruciales para el desarrollo de nuestro país. En este nuevo capítulo, analizamos con detenimiento las decisiones que marcarán el destino de nuestra nación en los próximos meses.

En primer lugar, en el ámbito de la salud, es alentador observar que las mejoras salariales y los proyectos de investigación ocupan un lugar destacado en el presupuesto. La pandemia ha resaltado la importancia de contar con sistemas de salud robustos y profesionales motivados. Reconocer y valorar el incansable trabajo del personal sanitario es una decisión acertada, y la inversión en investigación sienta las bases para abordar los desafíos futuros en el ámbito de la salud.

Por otro lado, destaco el presupuesto asignado al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, que asciende a Q2 mil 556 millones. Esta asignación pone de manifiesto un claro enfoque en la construcción de carreteras y escuelas, fundamentales para el desarrollo de nuestro país. La inversión en infraestructura vial no solo abre caminos hacia el desarrollo económico, facilitando el comercio y la conectividad entre regiones, sino que también representa una apuesta por el futuro al invertir en la educación de las generaciones venideras.

En un tono igualmente positivo, observo con satisfacción que se destinaron Q446 millones para mejorar el aeropuerto Mundo Maya y construir pasos a desnivel. Estas acciones no solo tienen el potencial de mejorar la eficiencia del transporte aéreo y terrestre, sino también de promover la seguridad vial, disminuyendo el riesgo de accidentes y facilitando el flujo vehicular. Proyectos de esta índole, bien ejecutados, tienen el potencial de transformar la movilidad y la calidad de vida de todos los guatemaltecos, convirtiéndose así en temas cruciales.

Cierro estas reflexiones con la frase: «Construir el camino mientras lo recorres». Este año se presenta como un periodo de promesas y desafíos. La responsabilidad recae en cada uno de nosotros, como ciudadanos y líderes empresariales, de contribuir al desarrollo sostenible de nuestra amada Guatemala.  Progreso, transparencia y equidad deben ser las piedras angulares sobre las cuales construimos el futuro que anhelamos para las generaciones venideras.

En este emocionante viaje, cada decisión que tomemos será como añadir un trazo a la obra maestra colectiva que estamos creando. ¡Que este año sea un lienzo lleno de colores vibrantes y logros compartidos!

La salud al alcance de todos

Por Reflexiones, Sostenibilidad

En un mundo en constante transformación, donde cada día se plantean nuevos desafíos, es imprescindible que nos detengamos a reflexionar sobre el camino que estamos trazando. Nos encontramos en un punto crucial de nuestra historia, donde nuestras acciones tienen un impacto profundo en las generaciones venideras. Así como un tejido delicado y complejo, el entramado de la sostenibilidad se erige como un pilar fundamental para garantizar un futuro saludable y próspero.

Puedo decir, que he tenido el honor de observar de cerca el impacto de nuestras acciones en la comunidad. Sin embargo, también he sido testigo de las brechas que debemos superar, especialmente en áreas tan vitales como la salud. Recientemente, hemos sido confrontados con el aumento del 11% en los precios en productos relacionados a la salud, una situación que no podemos pasar por alto. Esta problemática no es desconocida para nosotros ni para instituciones como FUNDESA, que en colaboración con USAID, ha identificado y evaluado los desafíos que enfrentamos. La transparencia en la rendición de cuentas sobre los inventarios de medicamentos y su distribución es un paso esencial para abordar este problema. Es un llamado a la acción que no podemos ignorar, pues impacta directamente en el bienestar de nuestros ciudadanos.

Es así, como la sostenibilidad va más allá de la preservación del medio ambiente. Se extiende al ámbito de la salud, entre otros, donde se revelan conexiones profundas y a menudo pasadas por alto. Desde el centro de salud, observamos cómo la atención primaria se convierte en el cimiento de una edificación mucho más grande. Si no brindamos la ayuda adecuada en los primeros años de vida a nuestros niños, o en los primeros estadíos de las enfermedades, nos encontramos con una cadena de consecuencias que afectan a la sociedad en su conjunto. La desnutrición crónica, las afecciones evitables y la saturación de los hospitales son los eslabones de una cadena que debemos romper.

En esa línea, a través de los proyectos que impulsamos desde FUNDESA, como el control de compras y el uso de tecnología automatizada, se han reducido pérdidas en inventario, se ha aumentado la disponibilidad de medicamentos y se ha liberado presupuesto para una atención más sólida.

Sin embargo, como en toda gran organización, los desafíos son comunes. Restricciones financieras, sistemas obsoletos y la falta de sincronización entre actores presentan obstáculos en nuestro camino hacia una atención médica sostenible. Pero estos obstáculos son oportunidades disfrazadas. A través de la mejora continua en las metodologías, en capacitación del recurso humano y la alineación de esfuerzos, estamos labrando una senda firme hacia un sistema de salud más resiliente y eficiente.

La sostenibilidad, como una brújula moral y pragmática, nos insta a asegurar que las necesidades del presente no pesen sobre las generaciones por venir. En ese sentido, al nutrir y cuidar de nuestra población, estamos sembrando las semillas de un futuro próspero. Así como un río que nutre la tierra y sostiene a la vida que la rodea, nuestra labor hoy será la fuente de vida y esperanza para las generaciones futuras.

En este viaje hacia la sostenibilidad y la salud, cada elección, cada paso adelante, moldeará la travesía de nuestro país. Juntos, tejamos la red que protege a nuestros ciudadanos, que promueve la dignidad y el bienestar, y que asegura que nadie quede atrás. Unidos en esta visión, podremos mirar al futuro con gratitud y esperanza, sabiendo que nuestras acciones de hoy son las raíces del mañana.

La juventud conectada

Por Educación/Juventud, Reflexiones

En un mundo vertiginoso, digital y globalizado, las nuevas generaciones son el faro que guía el camino hacia el futuro. Durante agosto, hemos celebrado el  Día Internacional de la Juventud, destacando la importancia apremiante de equipar a nuestra población más joven con las habilidades necesarias para prosperar en este entorno de constante cambio.

Podemos iniciar mencionando la alfabetización digital, entendida como la capacidad de las personas para llevar a cabo diversas tareas mediante medios digitales, comprendiendo y aplicando ese uso para su vida y aumentar su productividad y eficiencia. Es por ello que, en mi opinión, se presenta como un componente esencial para el desarrollo en la era moderna. Este entendimiento tecnológico no solo amplía las oportunidades educativas y laborales, sino que también permite a los jóvenes participar activamente en una sociedad cada vez más globalizada.  Según el último informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), acerca de la educación, algunas de las pérdidas de aprendizaje que los jóvenes experimentan son: el riesgo de abandono escolar 2,5 veces mayor que antes de la pandemia y disminución de sus ingresos anuales entre 15.000 y 30.000 dólares a lo largo de su vida, debido a un menor rendimiento educativo. Por ello, el acceso a la información y el uso responsable de la tecnología son habilidades fundamentales para navegar en el mundo actual.

El pensamiento crítico y la resolución de problemas son competencias clave que empoderan a la juventud para enfrentar los desafíos del siglo XXI. Estas habilidades les permiten analizar situaciones, cuestionar supuestos, evaluar evidencias y tomar decisiones informadas. Al desarrollar un pensamiento crítico sólido, los jóvenes pueden afrontar los problemas complejos que surgen en nuestra sociedad y encontrar soluciones innovadoras y sostenibles.

La colaboración y la adaptabilidad también juegan un papel crucial en el éxito de estas nuevas mentes en un mundo interconectado. La facultad de trabajar en equipo, valorar la diversidad de perspectivas y adaptarse a entornos cambiantes son competencias esenciales para alcanzar metas colectivas y responder eficazmente a los desafíos globales.

Para que nuestros futuros líderes desarrollen estas habilidades, es fundamental fortalecer los entornos educativos y laborales. Esto incluye una mayor integración de la tecnología en la educación, la promoción de la creatividad y la innovación en los programas educativos, y el fomento de oportunidades de aprendizaje práctico. Asimismo, es importante brindar apoyo y mentoría para que los jóvenes puedan prosperar y alcanzar su máximo potencial.

En este contexto, el evento «Breakthrough to a Better Future« adquiere un significado especial. Apoyado por las Naciones Unidas y sus colaboradores, este evento reúne a 1.000 chicos y chicas líderes de todo el mundo, para abordar asuntos internacionales, el desarrollo sostenible y la educación. En mi opinión, es una oportunidad única para que representantes de nuestra juventud guatemalteca conecten con líderes jóvenes apasionados y comprometidos, y así se abra la puerta a nuevas ideas y soluciones que pueden transformar positivamente nuestro país y región.

Se necesita desarrollar también una infraestructura digital sólida para que más niñas y niños puedan conectarse al mundo virtual y tener acceso a la educación. La pandemia, a pesar de ser una causa externa,  ha dejado en evidencia que no se pudo afrontar adecuadamente el tema educativo, resultando en un preocupante rezago en Latinoamérica.

Un ejemplo inspirador de solución, es el enfoque de Salvador Paiz y su fundación, Funsepa. Desde su perspectiva, el futuro de la educación implica un esfuerzo consciente para llevar la cobertura digital a niveles nunca antes vistos. Pasar de la baja cobertura actual, marcada por el escaso acceso y falta de maestros, hacia un mundo digital más amplio y conectado, permitirá que la juventud acceda a recursos y oportunidades que antes les eran inalcanzables.

Desde Progreso, estamos convencidos de que la tecnología y la educación son nuestras herramientas clave para impulsar el desarrollo social de los jóvenes en la región. Está en nosotros como sociedad proveer el terreno fértil de educación y tecnología para que nuestros jóvenes crezcan y se conviertan en líderes transformadores de un futuro próspero y equitativo.