Durante 2022, el sector construcción en Centroamérica experimentó un comportamiento diverso; hubo grandes oportunidades pero también estuvimos frente a grandes retos. Países como Costa Rica y Nicaragua cerraron el año con una desaceleración en el sector debido a factores como el incremento de costos de producción debido a alzas internacionales en los precios de los materiales ocasionados por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Por otro lado, el panorama es distinto para países como El Salvador, Honduras y Guatemala, que experimentaron un desempeño más positivo. En el caso específico de Guatemala, el papel de la industria fue relevante y contribuyó significativamente al crecimiento del país. Si bien hubo una tendencia creciente que confirma la recuperación tras la pandemia, es importante destacar los factores que podrían potenciar aún más el crecimiento en este 2023.
En primer lugar está la alta demanda de vivienda en el país, relacionada con los factores que completan el panorama; una mayor inversión y el gran fenómeno de la urbanización. Esta última está generando ciudades más verticales y más densas, aunque existe una posibilidad de que el aumento a las tasas de interés afecte esta tendencia. En contraste, se espera recibir montos fuertes de inversión en obras de infraestructura vial que mejorarán nuestras carreteras, puentes y calles.
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