¿Es suficiente crear puestos de trabajo para todos aquellos jóvenes y mujeres guatemaltecas que buscan oportunidades fuera de su país? o, ¿debemos dar un paso más para traer de vuelta a esas personas que pueden ser parte del desarrollo de Guatemala?
A simple vista, Guatemala sólo cuenta con una tasa de desempleo alrededor del 3% que, en comparación con otros países de Centroamérica como Costa Rica, Nicaragua y Honduras, es muy baja. No obstante, estos datos sólo enmascaran la triste realidad, ya que detrás se esconde el llamado ‘subempleo’, donde cerca del 80% del empleo actual es en efecto informal y precario. Esta situación tan injusta, bajo la que vive una gran cantidad de personas, alcanzó aproximadamente el 9.4%, donde las condiciones laborales no cuentan con prestaciones ni protección social. Es inaceptable que en nuestro país existan personas que tengan que sufrir un deterioro de sus ingresos por la incapacidad del mercado laboral en crear suficientes puestos de trabajo que obligan al trabajador a invertir menos horas y a conformarse con empleos mucho menos cualificados.
Este escenario de informalidad y precarización laboral demuestra la capacidad de adaptación y resiliencia de los guatemaltecos, poniendo en valor su excelente reputación, sin embargo, no deja de sorprender la injusticia que ciertas circunstancias del mercado actual están afectando al pueblo guatemalteco. Esta situación tan injusta que viven muchos de nosotros se debe, en gran parte, a la falta de certeza jurídica causada en cierta medida por injerencias extranjeras y que por lo tanto, provoca que muchas empresas migren a otros países e incluso que algunas no logren instalarse.
¿Cómo podemos entonces crear entornos y oportunidades para reducir esta tasa de subempleo y a su vez, reducir la migración de Guatemala? Nuestro país se encuentra entre los países con mayor población en situación de pobreza en América Latina, por detrás de Honduras. Por eso, el objetivo principal es lograr una mejora de la economía para evitar que los migrantes busquen una mejor calidad de vida fuera de nuestras fronteras.
Existen además otros detonantes principales que causan la migración, y por lo tanto, forman parte del plan estratégico para reducir con éxito la migración irregular en Guatemala. Estos factores, sobre los cuales deberíamos actuar, destacan la búsqueda de oportunidades económicas, violencia y percepción de inseguridad (justicia disfuncional), reunificación familiar y factores climáticos.
La implicación de las compañías centroamericanas es un elemento fundamental para el éxito de cualquier estrategia migratoria que se desee implementar, principalmente por su presencia regional y capacidad de generar cambios sustanciales en la sociedad.
En este sentido, el rol del sector privado entra en juego para dar un empujón considerable, pero es importante destacar que se trata de un reto en el que todos podemos aportar y no es únicamente responsabilidad de las empresas.
La generación de empleos es el primer paso que debemos tomar para ofrecer las oportunidades que tanto los jóvenes como las mujeres persiguen. Sin embargo, este apoyo que podemos brindarles puede tener diferentes vertientes. No se trata únicamente de crear suficientes puestos de trabajo, sino, también, de generar apoyo en cuanto a la conectividad, ofrecer acceso a servicios financieros, desarrollar programas o medidas enfocadas en el fortalecimiento de la mujer y asegurar que la población cuente con las condiciones necesarias para una vida adecuada. Estas dos últimas medidas mencionadas son realmente las más trascendentes, y por este motivo, desde la Fundación Carlos F. Novella centramos nuestros esfuerzos en lograr una transformación positiva del entorno en el que nos encontramos. Inspirados por todas las mujeres guatemaltecas que luchan día a día por sus familias y su país, impulsamos la inclusión y el desarrollo de sus habilidades dentro del propio Progreso, integrando un mayor número de mujeres en nuestras plantillas. Sumado a esto, tras la colaboración con ‘Women at Work’, seguimos fomentando el liderazgo y así incrementar las oportunidades para todas las mujeres.
La mejora de la educación es una oportunidad clave para que, ya no sólo los guatemaltecos sino todos los centroamericanos, contemplen otras alternativas a la emigración de sus países. Asimismo, desde la fundación hemos desarrollado el programa Aulas Técnicas y Tecnológicas con el propósito de enseñar y preparar a los estudiantes de la escuela primaria con las habilidades requeridas en la actualidad.
Diseñar y construir un país donde los guatemaltecos quieran vivir, convertir la migración en una opción que ellos mismos puedan tomar, dejando de ser una decisión obligatoria para disfrutar de unas condiciones de vida dignas. Este es el papel que debemos jugar en conjunto para que cada vez haya más personas que puedan establecerse en su país y tengan mayores recursos, sin la necesidad de arrojarse a la incertidumbre fuera de este.
Las empresas tienen en sus manos una gran oportunidad para llevar a Guatemala al nivel más alto. No obstante, no son los únicos actores que pueden lograr reducir la brecha de migración y además, debemos tener en consideración que para poder invertir en más recursos, las empresas deben contar con las condiciones adecuadas dentro de su país. Es hora de dar el primer paso para poner fin a la desesperanza y alejar a las personas del temor, brindándoles las oportunidades que tanto anhelan fuera de su casa y a las que actualmente, muchas no tienen acceso.