Como empresario estoy convencido de que el sector empresarial debe estar comprometido con el propósito de construir una vida próspera, segura y en paz de manera conjunta para todos los guatemaltecos
Como ciudadanos, todos somos responsables de construir la Guatemala en la que queremos vivir. Ya no basta con dedicarnos solamente a lo que tradicionalmente puede ser considerado como nuestro trabajo, también, debemos asumir el reto de ir más allá y tomar acción en los problemas que más afectan a nuestro país y a nuestros compatriotas.
Muchas veces pensamos en la responsabilidad social corporativa como grandes acciones o reportes enfocados solo en mejorar nuestra imagen. Sin embargo, y para dar un ejemplo, podemos realizar trabajo comunitario más allá de acciones aisladas, enfocándonos mejor en compartir con las comunidades y crecer junto a ellas. ¿Cómo se materializa eso? Desde ayudar incluso a un grupo indígena para que pueda exportar sus productos o su producción y transformar toda la comunidad, algo de lo que hablaré en otro momento.
Hacer capitalismo consciente implica reconocer que hacer empresa va más allá del simple rendimiento económico. Por el contrario, debemos entender que en el marco de la actividad empresarial son muchos más los entornos de oportunidad que se generan para empoderar a los ciudadanos, crear hojas de ruta para fortalecer a las instituciones, promover buenas prácticas en la administración pública basadas en los datos y fortalecer la responsabilidad social empresarial como sistema de gestión al interior de nuestras organizaciones.
En primer lugar, cuando creamos una plaza de empleo formal, no solamente le estamos dando a un trabajador la oportunidad de servir a sus intereses personales, si no la oportunidad de que le sirva a Guatemala con sus ideas, ingresos e iniciativas. Esta persona va a pagar más impuestos al Estado y también va a poder crecer junto con su familia, mejorando su calidad de vida, si el entorno de su trabajo es el adecuado. Como empresarios, debemos asumir el compromiso de crear oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional para nuestros empleados, garantizando un acompañamiento constante a su bienestar y proyecto de vida.
Un trabajador que se siente reconocido y acompañado con la empresa en la que trabaja, es también un ciudadano comprometido con la construcción de un mejor país. Por eso, desde Cementos Progreso desarrollamos un esquema de gestión, conocido internamente como Agenda de Liderazgo (conformada por 6 elementos claves), que establece comportamientos y acciones esperadas para mejorar los índices de satisfacción laboral. En nuestra empresa, lo más importante que tenemos es nuestra gente.
En segundo lugar, las empresas tenemos la posibilidad de trasladar los conocimientos adquiridos y el potencial de nuestras ideas a los procesos de construcción de políticas públicas para el desarrollo de Guatemala. En los últimos años, en el marco del programa mejoremos guate, desde el sector privado hemos venido haciendo públicas diferentes propuestas y rutas de acción integral para hacerle frente a los problemas de nuestro país relacionados con la desnutrición infantil, la formalización del empleo, la mejora de la calidad educativa y la mejora de la seguridad ciudadana.
Iniciativas que han dado resultados positivos en materia de crecimiento económico, generación de empleo, reformas al sistema educativo, reducción de la desnutrición crónica y reducción de la criminalidad. Aunque hemos logrado avances, no podemos perder de vista el camino que aún nos queda por recorrer. Reconociendo que aún hay mucho por hacer y que, desde el sector privado, podemos seguir promoviendo espacios, desarrollando propuestas e incidiendo en la formulación de políticas públicas para lograr el desarrollo deseados basados en los datos como garantía para la eficiencia y la eficacia de las soluciones propuestas.
En tercer lugar, también podemos asumir el compromiso de promover la sostenibilidad como elemento transformador del sistema de gestión al interior de nuestras organizaciones. Al trabajar de la mano de instituciones como CentraRSE, los empresarios podemos desarrollar un ecosistema de transferencia de conocimiento que nos permita transformar la cultura empresarial para incidir positivamente en el país con nuestras operaciones y actividad económica.
Tan solo en 2020, esta organización sin ánimo de lucro capacitó a más de 580 empresas en 34 sesiones dedicadas a distintos temas de la sostenibilidad como transformador empresarial. Impactando a más de 7,600 personas.
En conclusión, el sector empresarial juega un papel fundamental en el desarrollo de Guatemala, no solo por los impuestos que pueda pagar al Estado, los rendimientos económicos que pueda generar a sus inversores, sino también, por el compromiso que adquiera con el desarrollo y calidad de vida de todos y cada uno de los guatemaltecos.