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tradiciones archivos - José Miguel Torrebiarte

Continuemos creando sentido de unidad

Por Patrimonio Cultural, Reflexiones

A diario nos esforzamos por proteger nuestro patrimonio personal ante cualquier riesgo y lo hacemos -ya sea por instinto o convicción- porque es inimaginable perder con facilidad aquello que conseguimos con tanto esfuerzo y dedicación. Desafortunadamente, el patrimonio cultural y natural, que es de todos y no se valora de la misma forma, hasta que podemos estar en riesgo de perderlo.

¿Qué pasaría si en Guatemala perdemos el Parque Nacional Tikal?, o en el caso de Panamá, ¿el Parque Nacional de Coiba? Pues la realidad es que perdemos parte de nuestra identidad colectiva

En Centroamérica existe una enorme riqueza cultural, gracias a la herencia de nuestros antepasados, que nos conectan a nuestras raíces y nos permiten comprender nuestro origen y evolución en el tiempo. Este tesoro invaluable incluye monumentos arqueológicos, tradiciones, creencias, rituales, platillos y costumbres que deben ser preservadas y transmitidas de generación en generación.

Un claro ejemplo de la importancia y vigencia de la sabiduría de nuestros antepasados, son las enseñanzas del pueblo maya, civilización precolombina que dejó huella en los territorios de Guatemala, México, Honduras y Belice por su cosmovisión, sistema numérico y escritura completa; pero además por su sentido de comunidad e impacto en su entorno. 

La forma en cómo las civilizaciones del pasado intervenían el entorno tropical no tenía la ambición de explotar su ecosistema, sino de apoyarse en él e incorporarlo en su vida de manera estratégica y responsable. En esa línea, las prácticas de estas y más maneras de expresión, dan sentido a la existencia de cada comunidad y fomentan en ellos el sentido de unidad e identidad colectiva ante la diversidad y el cuidado de los recursos naturales, que hoy en día tanto nos hace falta.

Hay tanto que podemos aprender de nuestros antepasados como el incentivo del diálogo intergeneracional, donde los jóvenes aprenden de los mayores y viceversa, intercambiando experiencias para crear lazos más fuertes y abordar los retos actuales de forma conjunta. Es sorprendente la manera de cómo los mayas adultos compartían sus conocimientos a los jóvenes sobre la simbología, formación para la guerra y otras técnicas para cuidar su entorno. Por tanto, trasladar el saber promueve un sentimiento de pertenencia y responsabilidad hacia su comunidad.

Es esencial tener plena conciencia de la amplitud y pluralidad de nuestro patrimonio cultural porque nos permite hacer frente a las antiguas y nuevas necesidades que se presentan, desde la creatividad, innovación e historia. Siendo una fuente de inspiración y orgullo para valorar nuestro presente y juntos construir un mejor futuro, preservando nuestro legado cultural.

El valor de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial

Por Reflexiones

PRESERVAR Y DIFUNDIR NUESTRA DIVERSIDAD CULTURAL FRENTE A LA CRECIENTE GLOBALIZACIÓN ES NUESTRO DEBER

“Las personas sin conocimiento de su pasado, su origen y su cultura, son como un árbol sin raíces.”

Marcus Garvey

Guatemala es un país con gran riqueza cultural. Por eso, nuestra historia, costumbres y tradiciones son esenciales para comprender nuestra cultura e identidad. Además, es el legado que dejamos a las siguientes generaciones, porque conforme más descubrimos sobre nuestro pasado, generamos una conexión más fuerte para transmitir valores y experiencias.

Estas expresiones vivas que han sido heredadas de los antepasados para que trasciendan, son tan importantes que se les considera Patrimonio Cultural Inmaterial. De esta forma, se visibiliza y promueve el respeto a los diferentes modos de vida.

Una de nuestras tradiciones más conocidas, cada primero de noviembre, es el Festival de Barriletes Gigantes de Sumpango y Santiago Sacatepéquez, donde se conjuga el arte, la historia, un carrusel de colores, sentimientos y unión familiar expresada en nuestra simbología, a través del vuelo de los barriletes que se les considera el nexo entre nuestro mundo y el más allá, cuyo objetivo es ahuyentar a los malos espíritus.

Esta celebración implica la dedicación de los artesanos con meses de anticipación quienes trabajan en su diseño y preparación hasta el día de la festividad. Lo más resaltante que podemos observar es que se trata de una tradición cuya técnica de desarrollo es una herencia que enorgullece a la comunidad, puesto que se transmite de generación en generación. Es ahí donde la trascendencia logra hacer de esta celebración un patrimonio cultural para nosotros. 

Los que hemos asistido a dicha festividad, vemos que es un trabajo conjunto, de unión y de fuerza de más de 10 personas para levantar estos ‘gigantes de colores’ lo más alto posible, quienes con destreza, juegan con la condición del viento. Toda una expresión cultural que es admirada por los miles de turistas que acuden cada noviembre para disfrutar, conocer y vivir este valioso acontecimiento.

Como otro ejemplo de Patrimonio Cultural Inmaterial es la Ceremonia de la Nan Pa´ch, ritual de veneración del maíz donde se agradece por la buena cosecha. Para ello se elaboran altares, que son adornados con bebida, comida, licores y muñecas con cuerpo de mazorcas de buen tamaño. Todo esto es acompañado de música, plegarias y danza. Así se refuerza la identidad de la comunidad de San Pedro Sacatepéquez, mediante el respeto y conservación de la naturaleza. 

Sin embargo, como sabemos, la globalización trajo consigo muchos beneficios y consecuencias.  En el 2013 fue inscrita para ser salvaguardada, ante la poca cantidad de asistentes. Este hecho preocupa ya que nuestras tradiciones son parte de nuestra identidad y sin estas ¿qué nos representaría en la sociedad?

Las manifestaciones culturales son invaluables y debemos mantenerlas vivas ya que están llenas de valores, arte, cultura y religión. Conscientes de ello, desde Progreso, bajo nuestro pilar de “Ciudadano Responsable”, tenemos el compromiso de velar e impulsar el desarrollo de las comunidades. Porque solo podemos crecer trabajando con y para la población, a través de valores, propósito e identidad.

Por ello cada tradición debemos conocerla, respetarla, vivirla y amarla.