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Nearshoring archivos - José Miguel Torrebiarte

Innovación y Nearshoring

Por Inversión e Infraestructura, Reflexiones

Recientemente, se celebró el Guatemala Business Summit, evento que reunió a un grupo de empresarios guatemaltecos en Miami. Fue un encuentro enriquecedor, en el que el ex Ministro de Economía de Guatemala, el Dr. Janio Rosales, presentó la estrategia de Nearshoring de este año y a partir de ella, se puede elogiar la fortaleza de nuestra nación. Se entiende por Nearshoring al sistema de subcontratación de servicios o producción, en la que una empresa ubicada en un país busca proveedores o colaboradores en países cercanos geográficamente, para aprovechar ventajas como la proximidad cultural, menor diferencia horaria, reducción de las barreras lingüísticas y logísticas, y una mayor facilidad en la comunicación y el control de calidad.

En esta línea, Guatemala se ha posicionado como un país pro-inversión, gracias a sus ventajas en política económica y fiscal, lo que ha atraído a inversores dispuestos a apostar por el desarrollo de nuestra economía y el bienestar de nuestra querida nación.

Nuestra política de Nearshoring está delimitada dentro del plan “Guatemala no se detiene”, una estrategia integral del país, firmada por representantes tanto del sector público como el privado, con el propósito de reactivar y acelerar el crecimiento de la economía y la creación de oportunidades. De la mano de FUNDESA, y a través de estos lineamientos, esperamos generar más de 2.5 millones de empleos nuevos en los próximos 15 años. Asimismo, hemos forjado un eje específico, llamado Atracción de Inversiones, el cual se basa en la búsqueda de aquellas áreas donde tenemos las condiciones apropiadas de capitalizar las bondades macroeconómicas del país y presentarlas a líderes mundiales para que ejerzan sus actividades.

Por ello, iniciamos señalando la importancia del área urbana metropolitana. Esta región alberga la infraestructura y la competitividad necesarias para recibir y potenciar la inversión. Haciendo énfasis en la juventud y el capital humano, sabemos que el área metropolitana será un epicentro de productividad que abrirá puertas hacia un futuro más próspero.

No olvidemos también que la competencia es el catalizador de la grandeza, y en este mundo de la atracción de inversiones debemos ofrecer los mejores paquetes de beneficios. Nuestro enfoque es consolidarnos como un destino competitivo y de confianza. Los sectores como farmacéutica, aparatos médicos, manufactura de aparatos electrónicos y la industria de Business Processing Outsourcing (BPOs), o centros de procesamiento de negocios, son una prioridad, pues manejan un potencial de atracción de  300 millones de dólares adicionales de Inversión Extranjera Directa (IED).

Asimismo, destaco a la agroindustria como una de las áreas más emocionantes para el futuro de Guatemala. En la medida que exploremos la sofisticación de nuestra industria en cada etapa del proceso -desde el cacao hasta el caucho- podremos posicionarnos como un valor agregado en el desarrollo de productos y no solo como meros exportadores.

Otra oportunidad importante es México, el cual se presenta como un  compañero estratégico. De hecho, podemos evaluar el caso de la empresa Yazaki. Ellos fabrican arneses de componentes eléctricos para automóviles, los cuales envían a México, que luego expiden a USA. En esta sinergia, Guatemala tiene espacio para buscar oportunidades de participación y convertirnos a futuro, en exportadores directos de USA también.

Sin duda, nuestra visión y determinación no tienen límites. Guatemala se prepara para ser un destino atractivo y competitivo en el mapa mundial de la inversión. En este camino, somos un equipo, una comunidad, unida por el progreso de nuestro país.  Juntos, cultivamos un conjunto de ideas, valores y sueños que nos impulsa a avanzar, sabiendo que cada esfuerzo que realizamos es una pieza fundamental para lograr el éxito.

Nearshoring, tendencia en crecimiento en Latinoamérica y El Caribe

Por Inversión e Infraestructura, Reflexiones

En los últimos años el concepto “nearshoring” va ganando un espacio importante en las decisiones o planes de inversión que las empresas analizan para ingresar a mercados emergentes. En términos sencillos, significa «acercar la producción al territorio de consumo». En una descripción más amplia, el nearshoring es un mecanismo que permite externalizar los servicios y operaciones de las empresas a países cercanos, manteniendo el control sobre la calidad y el coste.

Lo interesante es que esta tendencia va ganando popularidad en Latinoamérica y El Caribe, al encontrarse geográficamente cerca de Estados Unidos y Canadá.

Pero, ¿por qué en estos mercados? Parte del atractivo se debe a que posee un huso horario próximo a comparación de otros continentes y ello no solo facilita la comunicación y la coordinación con los equipos, sino que es más eficiente para los tiempos y procesos de supervisión y atención a los problemas que se presenten en tiempo real. 

Asimismo, un aspecto clave que propulsa el crecimiento del nearshoring son las políticas y los tratados de libre comercio que se desarrollan en la región, lo cual genera un entorno favorable para las inversiones extranjeras. Debido a que estos acuerdos entre dos o más países permiten brindar un mayor acceso a nuevos mercados, fomentan la reducción o eliminación de las barreras comerciales, como los aranceles, y así dinamizar la economía entre los territorios involucrados. Al respecto, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que el avance y la modernización de estos acuerdos permitirían un crecimiento de casi 12% en el comercio intrarregional.

En ese sentido, en el 2004, Centroamérica y República Dominicana realizaron el Tratado de Libre Comercio –  Dominican Republic-Central America Free Trade Agreement (CAFTA-DR) con Estados Unidos, esto ha favorecido en la exportación e importación de las materias primas, mercancías, la contratación pública de bienes y servicios, y ha promovido la inversión y expansión de cadenas de producción que son necesarios para esta tendencia.

Esta ventaja se complementa con otra muy significativa que proporciona el nearshoring:  el ahorro de costes de producción. La región tiene los salarios y el costo de vida más bajos si comparamos con Norteamérica y Europa, esto exige a las empresas a brindar una oportunidad rentable para los talentos.

Ahora,  ¿en qué se traduce esta oportunidad?

Ante esto, el BID indicó que esta tendencia aumentaría la exportación de bienes y servicios en hasta USD$78,000 millones y facilitaría el crecimiento del PIB entre el 11% a 14%, lo que significa el empuje de los negocios en la región. Es decir, este modelo permitirá la creación de puestos de trabajo, de la mano con el impulso de las economías locales y su diversificación. 

Como ejemplo que pone en valor la potencialidad del nearshoring, es la planta de ensamble y prueba de Intel en Costa Rica. Con una inversión de USD$1,000 millones y una capacidad laboral de aproximadamente 3,700 trabajadores, esta planta es el centro de producción  de microprocesadores y otros componentes informáticos, convirtiéndose en un hub de operaciones importante en América.

De esta manera, se beneficia tanto la empresa como el país donde se encuentran sus nuevas sedes y plantas. Por otra parte, Latinoamérica y El Caribe al ser destinos con gran potencial de talento y recursos, las empresas no sólo se enfocan en sus operaciones sino que también apuestan por la educación mediante diversas iniciativas como donaciones de equipos tecnológicos, programas de capacitaciones y entregas de materiales con el fin de formar profesionales altamente capacitados.

El nearshoring llegó para quedarse y las perspectivas de que siga creciendo son prometedoras. Existen algunos pendientes para consolidar este mecanismo por el que hoy las empresas apuestan, como, por ejemplo, una mejor infraestructura para la ejecución y el traslado de bienes y servicios o una cantera de talentos para ser formados con base en las demandas laborales identificadas. Lo cierto es que Latinoamérica y El Caribe seguirá siendo un mercado emergente y en ese propósito es clave adaptarnos a las nuevas tendencias y abordar los retos, nos permitirá sobresalir ante la competencia y continuar creando puentes entre economías.