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Competitividad archivos - José Miguel Torrebiarte

Talento humano: la pieza clave para la competitividad local

Por IDEAS, Inversión e Infraestructura

El 83% de municipios en Guatemala fortalece su fuerza laboral, creando la base territorial necesaria para convertir el crecimiento económico en desarrollo sostenible.

Nuestro país se encuentra ante una gran oportunidad. Según la presentación de Daniel González Sesmas, responsable de análisis económico para Centroamérica y República Dominicana, destacamos con un crecimiento del 742% en anuncios de inversión durante el primer trimestre de 2025, alcanzando US$194.5 millones frente a los US$23.1 millones del mismo período en 2024. Tal como anunció el Ministerio de Economía, buscamos consolidar un portafolio de inversión extranjera directa (IED) por más de US$1,600 millones, con la posibilidad de generar más de 10,700 empleos.

Este anuncio no solo confirma la confianza que despierta nuestro país en el entorno internacional, sino que lanza una pregunta crucial: ¿estamos preparados para sostener este crecimiento con talento local? La respuesta comienza a perfilarse desde el interior de nuestro territorio, donde, según el Índice de Competitividad Local 2024, el 83% (284) de nuestros municipios el año pasado, han dado pasos firmes hacia el fortalecimiento de su capital humano.

Este avance territorial se sustentó en acciones concretas el año pasado por parte de los municipios, desde la inversión sostenida en infraestructura educativa hasta la articulación directa con las demandas del mercado laboral. Por ejemplo, el INTECAP el año pasado alcanzó un ritmo récord de capacitación, preparando a más de 180,000 personas  en el primer semestre y operando a través de 33 centros especializados que abarcan desde gastronomía hasta mecánica avanzada.

Programas como estos en áreas diversas y alineadas con las necesidades del mercado, aseguran que nuestro país tenga el capital humano listo para ocupar los más de 10 mil empleos proyectados para este año.

La importancia de esto se sostiene en que la disponibilidad de una fuerza laboral capacitada reduce costos de formación para los inversionistas y acelera el inicio de operaciones. Este vínculo entre talento y competitividad se vuelve más relevante cuando se observa el panorama regional. El 47 % de las empresas en la región identifica la atracción y retención del talento como el factor de mayor impacto en sus operaciones en 2025, mientras que el 63 % considera que la capacitación y el entrenamiento constituyen el elemento más diferenciador en su oferta de valor. 

El desafío ahora es escalar esta transformación de forma estratégica y sostenida. Las inversiones proyectadas para este año representan una ventana de oportunidad que no podemos dejar pasar. Las empresas ya no buscan únicamente mano de obra: buscan ecosistemas integrales que combinen infraestructura confiable, instituciones sólidas y una fuerza laboral adaptable y calificada. En este contexto, Iniciativas como Guatemala No Se Detiene, que cuenta con una mesa específica de Capital Humano – resaltan la importancia de articular esfuerzos entre gobierno, sector privado y cooperación para robustecer este pilar tan fundamental para nuestro crecimiento.

La pregunta ya no es si estamos preparados para crecer, sino qué tan rápido podemos acelerar esta agenda de competitividad territorial. Como evidencia FUNDESA con el ICL 2024, los cimientos se están fortaleciendo municipio por municipio y aprovechar esta coyuntura requiere liderazgo compartido, visión de largo plazo y confianza en nuestra capacidad de transformar el desarrollo desde lo local. El momento es ahora.

 Índice de Competitividad Local (ICL) 2024. Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa). Disponible en: https://www.fundesa.org.gt/indices-y-evaluaciones-de-pais/indice-de-competitividad-local 

Más allá del promedio: cómo los municipios pueden romper la inercia

Por IDEAS, Inversión e Infraestructura

Más del 80% de los municipios en Guatemala tienen potencial para mejorar su competitividad si se impulsa su capacidad institucional, digital y de infraestructura*.

Hace unos días me volví a encontrar con un dato de nuestro Índice de Competitividad Local 2024 que no ha dejado de rondar en mi mente: 278 de los 340 municipios de nuestro país se encuentran en la categoría intermedia de competitividad, con puntajes que oscilan entre los 40 y 60 puntos.

Aunque podría interpretarse como una señal de estancamiento, este también implica una oportunidad fundamental: más del 80% de Guatemala está en una etapa clave donde un pequeño impulso podría marcar una gran diferencia. Es decir, este amplio segmento de municipios constituye un terreno fértil para un rápido desarrollo si implementamos las políticas adecuadas.

Consideremos el caso de Estanzuela, en Zacapa, que ha logrado una puntuación sobresaliente de 90.99 en el pilar Instituciones. Este resultado refleja su compromiso con la gobernanza transparente, evidenciado, por ejemplo, por su reciente integración al proyecto Municipio Fiscalizado, la cual es una iniciativa impulsada por la Contraloría General de Cuentas que fomenta la rendición de cuentas y la participación ciudadana en la fiscalización de recursos públicos. 

Un entorno institucional sólido actúa como la base sobre la cual pueden prosperar otros pilares de la competitividad, como la infraestructura, la innovación y el capital humano. Al mejorar la gestión pública, fomentar la transparencia y prevenir la corrupción, los recursos se utilizan de manera más efectiva y se generan condiciones favorables para el crecimiento empresarial a nivel local. Ya que al fortalecer nuestras instituciones ofrecemos garantías a los inversores.

A su vez, pensando en casos en donde la mejora de la infraestructura han resultado en inversiones exitosas, tenemos a San Bartolomé Milpas Altas en el departamento de Sacatepéquez, municipalidad que resaltó en el pilar Infraestructura con 84.27 puntos. Para este ejemplo retrocedamos a 2021, cuando la municipalidad inició la construcción paso a desnivel de la ruta CA-01 Occidente, un proyecto de más de 6 millones de quetzales, y, para 2023, ya había beneficiado a más de 8 mil 400 guatemaltecos.

Esto refleja la razón por nuestra apuesta inquebrantable por la inversión en infraestructura, en este caso vial: una sola decisión implica la mejora de la calidad de vida de una gran parte de guatemaltecos a la vez

Otro ejemplo notable es San Miguel Petapa del Departamento de Guatemala, que alcanzó la calificación máxima de 100 en el pilar Adopción de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs). En diciembre reconocimos a la municipalidad por su gran evolución en este pilar, como en el de sistema financiero. ¿Por qué debería importarnos? Desde una perspectiva económica, un alto índice de adopción tecnológica abre puertas a nuevas inversiones y, por tanto, al desarrollo del capital humano. Las empresas buscan ubicarse en localidades donde la conectividad y los servicios digitales sean robustos ya que promueven la implementación de modelos de negocio innovadores y una expansión hacia mercados internacionales.

En este sentido, San Miguel Petapa, al fortalecer su infraestructura digital y fomentar la adopción tecnológica, no solo optimiza su gestión local, sino que también se posiciona como un destino atractivo para el desarrollo empresarial y la innovación.

Estos ejemplos nos permiten comprender que el desarrollo local no depende exclusivamente de factores exógenos, sino fundamentalmente de la capacidad endógena de cada municipio para generar condiciones propicias para su crecimiento sostenible. Es decir, el apostar en la infraestructura y modernización de servicios públicos para potenciar la efectividad de la gestión municipal de los casos presentados, ha significado superar obstáculos y avanzar hacia mayores niveles de competitividad.

Entonces, la clave para transformar la realidad de los municipios guatemaltecos radica en identificar y potenciar aquellas capacidades internas que pueden desencadenar un desarrollo sostenido. Aprovechar estas ventanas de oportunidad requiere compromiso, visión y políticas públicas que impulsen el crecimiento desde adentro, para demostrar que un pequeño impulso puede desencadenar una mayor competitividad.

*Índice de Competitividad Local (ICL) 2024. Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa). Disponible en: https://www.fundesa.org.gt/indices-y-evaluaciones-de-pais/indice-de-competitividad-local 

De los éxitos a las metas: La ruta del 2025

Por Inversión e Infraestructura

Sin duda, el 2024 nos dejó grandes logros y avances, pero también un camino desafiante e ilusionante para este 2025. 

Nuestro país tiene una enorme capacidad de resiliencia y gente con un talento excepcional. Es una alegría decir que hoy ya somos muchos los agentes que trabajamos unidos para garantizar que este potencial que nos caracteriza, se traduzca en un futuro próspero: empresas, instituciones, comunidades, líderes, expertos internacionales, Gobierno, etc. El camino es largo, pero cada paso dado con visión, esfuerzo y colaboración nos acerca a una sociedad más próspera. ¿Por dónde empezar en este 2025?

Son tres los temas que me gustaría destacar como resumen del año. En primer lugar, tenemos que seguir trabajando sobre la modernización de la infraestructura del país. Este es un asunto que debe ser atendido como prioridad; así lo hemos hecho en el 2024, y así debe seguir siendo en este nuevo periodo. La infraestructura es uno de los pilares fundamentales del progreso de una nación: atrae inversión extranjera directa, genera empleo, nos hace más competitivos y mejora la calidad de vida de todos los guatemaltecos.

Actualmente, contamos con un bajo promedio de eficiencia en inversión de infraestructura, lo que ha ralentizado nuestro crecimiento y desarrollo como país. Sin embargo, este panorama comienza a cambiar gracias a dos importantes logros alcanzados el año pasado. Uno de ellos es el Fondo Revolvente para la Preinversión en Infraestructura, una iniciativa que promete generar inversión en el sector de infraestructura, impulsando así mayores oportunidades de desarrollo. Este Fondo, lanzado en septiembre dentro del Plan Guatemala No Se Detiene, es el resultado de los esfuerzos del Gobierno junto con el apoyo de Fundesa y USAID. Con un capital inicial de siete millones de dólares, financiará estudios de preinversión en proyectos críticos de infraestructura, facilitando su ejecución y beneficiando a miles de guatemaltecos.

Continuando con este tema, saludamos el logro de la tan esperada Ley de Infraestructura Vial Prioritaria. Sin duda, este ha sido el gran hito del 2024 pues es una Ley que promete traer beneficios como la atracción de inversión y crecimiento económico; un nuevo modelo de gestión de la red vial que, por primera vez, responsabiliza a los operadores por su mantenimiento; y la modernización del derecho de vía. ¿El desafío que se aproxima? Dar los siguientes pasos para que se reglamente y entre en funcionamiento debidamente. 

Por otro lado, un tercer tema al que debemos tratar con atención es la eficiencia en nuestras instituciones del Estado, asunto sobre el que hemos venido reflexionando mucho en el 2024 y que es claro que  ayuda a potenciar la confianza por parte de los inversionistas extranjeros en nuestras tierras. Las empresas buscan establecerse en países de forma rápida y Guatemala presentaba desventaja en este aspecto, ya que se necesitaba un tiempo aproximado entre 8 meses a 2 años para que una empresa inicie operaciones, mientras que en otros países, como México, el proceso culmina en 2 a 3 meses. 

En octubre pasado, desarrollamos la décimo octava edición de ENADE 2024: “Cambiemos el Chip, Certeza Jurídica y Confianza en las Instituciones», la cual nos permitió conocer los pasos firmes que estamos dando en digitalización, gracias a la Ley Antitrámites. De esta forma, hemos logrado que el 83.2% del total de nuestros trámites ya se realicen en línea, reduciendo los procesos burocráticos para que se tornen más sencillos y transparentes y con ello, seguir avanzando en generar una mayor seguridad jurídica para los inversionistas.

El camino a seguir para el 2025 

Estos tres grandes logros del 2024 son ejemplos del compromiso de todo el tejido social, empresarial e institucional por transformar Guatemala. Este esfuerzo conjunto marca un frente claro de trabajo para este nuevo año: seguir impulsando nuestra infraestructura. Guatemala ya dio un avance importante en este aspecto con la aprobación de la Ley de Infraestructura Vial, nuestro objetivo más importante ahora es asegurar su correcto funcionamiento para poder ver los tan anhelados cambios que necesitamos en nuestra infraestructura para crecer como nación. Cumpliendo esta meta aseguraremos un crecimiento sostenido de la inversión pública, y podremos alcanzar nuestro objetivo de superar el actual 1.7% y lograr un 6% en los próximos años.

Este ambicioso desafío requiere no sólo un enfoque estructurado y visionario, sino también la articulación efectiva entre el sector privado, el público y la sociedad civil. Solo a través de esta colaboración, que actúa como motor del cambio, podremos generar las transformaciones necesarias para construir una economía más dinámica y resiliente. Que este 2025 sea un nuevo año para redoblar esfuerzos, fortalecer alianzas y avanzar juntos hacia un futuro más próspero para todos.